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Caravaca de la Cruz (38º latitud norte, 2º longitud oeste) está situada a 625 m. sobre el nivel del mar y posee un clima seco no muy continentalizado con temperaturas medias que oscilas entre los 30º C en julio y los 5º C en enero. Atravesada por los ríos Argos y Quípar, es zona rica en recursos agropecuarios, lo que ya desde antiguo permitió que se convirtiera en lugar de asentamiento de diversos pueblos. En lo que hoy constituye su término municipal encontramos en el Paleolítico los primeros vestigios de poblamiento. A partir de ese momento otras culturas se van a asentar en estas tierras que atestiguan los yacimientos eneolíticos, argáricos, iberos y romanos encontrados. Sin embargo, no puede hablarse de Caravaca como núcleo urbano hasta bien entrada la Edad Media, es decir, hasta la época de dominio musulmán. Al concluir éste se hara cargo de la villa la Orden de los Templarios y, posteriormente, la de Santiago. |
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Es en el período medieval cuando se configura el primitivo trazado urbanístico de la ciudad que se limita al Cerro del Castillo. Es también en dicho período cuando surge la leyenda sobre la Cruz. Pero será la conquista del reino de Granada lo que supondrá para Caravaca un notable auge económico, social y demográfico. No obstante, el punto álgido de su desarrollo político y económico lo alcanzará la ciudad a lo largo del siglo XVIII favorecido en gran medida por la exportación de cereales y cáñamo. A comienzos del siglo XIX se cifran sus recursos económicos en los montes de pino así como en el esparto, la producción de cerales, lino, aceite, legumbres, frutas y hortalizas, cáñamo, en el ganado lanar y caprino y en las industrias de paño, lienzo, jabón y aguardiente. Actualmente Caravaca de la Cruz es una moderna ciudad que dispone de amplios equipamientos: Hospital Comarcal, Escuela Oficial de Idiomas, I.T.V., U.N.E.D., Oficina Comarcal Agraria, etc. La actividad agrícola y ganadera junto al sector industrial y al de servicios constituyen los pilares del desarrollo de la ciudad. Por último, cabe mencionar los dos grandes hitos que han de marcar un futuro sin duda prometedor: la inauguración de la Autovía del Noroeste-Río Mula, por la que Caravaca se une a la capital de la Región, y la declaración de la localidad como "Ciudad Santa" con la institucionalización de años jubilares, cada siete años, en torno a la Stma. y Vera Cruz de Caravaca |
