Con una longitud total cercana a los 7 Km y excavadas a unos 13 m de profundidad, las bodegas subterráneas de Aranda forman el principal atractivo turístico de la ciudad y sin lugar a dudas nos muestran parte de la historia de la Ribera del Duero. |
La economía de la villa, íntimamente ligada al vino, obligó a los arandinos de los siglos XIV y XV a excavar las bodegas bajo sus casas, un entramado de increibles túneles que discurren por el subsuelo de la ciudad, originalmente destinados a la conservación de los vinos elaborados a partir de la Edad Media. |
Las bodegas medievales de Aranda poseen una temperatura y una humedad constante a lo largo de todo el año (si pasais a visitarnos en meses calurosos, no dudeis en traer una chaquetilla) |
Poseen una ingeniosa construcción llamada zarcera, gracias a ella, las bodegas históricas disfrutan de una excelente ventilación procedente del exterior. |
Estas características, unidas a la ausencia de ruidos y vibraciones, hacían de las bodegas el lugar ideal para la elaboración y conservación de los caldos arandinos hasta bien entrado el siglo pasado. |